viernes, 25 de octubre de 2019

¿Cuál es el compromiso de los movimientos políticos que aspiran gobernar a las ciudades colombianas, para enfrentar el creciente problema de los patrones de alimentación no saludables?

Luis Fernando Gómez Gutiérrez

Octubre 25 de 2019

Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), entre las cuales están las enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes mellitus son la principal causa de muerte y discapacidad en Colombia (1). Existen varias acciones políticas y ambientales efectivas para enfrentar el creciente problema de la ECNT, las cuales están dirigidas, principalmente, a promocionar la actividad física, alimentación saludable y controlar y prevenir el consumo de tabaco (2-5).

Esta nota de blog tiene el propósito de formular algunas preguntas, que juzgo centrales, relacionadas con la promoción de una alimentación saludable, a los movimientos políticos[*]que aspiran gobernar a las ciudades colombianas en los próximos 4 años:

 ¿Qué acciones emprenderán para mejorar los entornos alimentarios saludables escolares? ¿Estarán dispuestos a restringir la comercialización de bebidas y comestibles ultra-procesados en los colegios y a incrementar la oferta de frutas y verduras? 

Evidencia que soporta la relevancia de estas preguntas:
  •  Los patrones de alimentación no saludables son el segundo factor de riesgo vinculado a mortalidad en Colombia (1). 
  • El porcentaje de niños y niñas colombianos entre los 5 y los 12 años con obesidad y sobrepeso aumentó de un 18,8 al 24,4% en el periodo 2010-2015; siendo las islas de San Andrés y Providencia y Guainía, los departamentos que presentan las prevalencias más elevadas (37,9 y 34,5%, respectivamente) (6).
  • El consumo de comestibles bebidas y comestibles ultra-procesados ofertadas en entornos escolares son causas de obesidad y diabetes tipo 2 (7-9). 
  • Existe evidencia acerca de la efectividad de varias acciones dirigidas a garantizar entornos alimentarios escolares saludables (10)


        ¿Evitarán establecer alianzas con la industria de bebidas y comestibles ultra-procesados
      
      Evidencia que soporta la relevancia de esta pregunta:
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  •  Las grandes compañías de bebidas y comestibles ultra-procesados llevan a cabo diversos “programas de responsabilidad social” dirigidos a promocionar la actividad física o patrones de alimentación saludables (11).
  •  Diversos estudios han encontrado que este tipo de iniciativas buscan debilitar los esfuerzos de abogacía de las organizaciones sociales, que abogan por la implementación de acciones políticas realmente efectivas, como impuestos a las bebidas azucaradas o un etiquetado nutricional de advertencias (12-15). 


¿Realizarán presión pública permanente al Congreso de la República para que apruebe medidas como: implementación de un etiquetado de advertencias, impuesto a las bebidas azucaradas y restricción del marketing de comestibles no saludables?

Evidencia que soporta la relevancia de esta pregunta:
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  •  Un impuesto al consumo a las bebidas azucaradas es una de las acciones políticas más costo efectivas para prevenir obesidad y enfermedades asociadas, debido a que tiene un alcance poblacional (16-18).
  •  La Organización Mundial de la Salud y otras entidades internacionales, han hecho un llamado a proteger a la población infantil de la exposición al marketing de bebidas y comestibles no saludables, debido a que es una fundamental fundamental para detener el aumento de la obesidad en niñas y niños (19-22).
  •  Colombia requiere un sistema de etiquetado de advertencias similar al implementado en Chile y Perú, que le permita a las personas comprender la información nutricional en forma adecuada. Existe evidencia robusta que soporta la efectividad de este tipo de etiquetado nutricional (23-27).


Referencias
  1. University of Washington. Institute for Health Metrics and Evaluation. Global Burden of Disease Study. 2019. Disponible en: https://vizhub.healthdata.org/gbd-compare/ (consultado el 22 de octubre de 2019).
  2.  Gómez LF, Sarmiento R, Ordoñez MF, Pardo CF, de Sa T, Mallarino CH, Miranda JJ, Mosquera J, Parra DC, Reis R, Quistberg DA. Urban environment interventions linked to the promotion of physical activity: A mixed methods study applied to the urban context of Latin America. Social Science & Medicine. 2015;131:18-30.
  3.  WHO. 2017 Taxes on sugar drinks: Why do i? Disponible en: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/260253/WHO-NMH-PND-16.5Rev.1-eng.pdf;sequence=1 (consultado el 22 de octubre de 2019).
  4.  Kovic Y, Noel JK, Ungemack JA, Burleson JA. The impact of junk food marketing regulations on food sales. Obesity Reviews. 2018;19(6):761-769.
  5. WHO. Framework Convention on Tobacco Control (WHO).
  6.  Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Ministerio de Salud y Protección Social, Instituto Nacional de Salud, Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, Universidad Nacional de Colombia. Encuesta nacional de la situación nutricional en Colombia. Bogotá: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; 2015
  7. Te Morenga L, Mallard S, Mann J. Dietary sugars and body weight: systematic review and meta-analyses of randomised controlled trials and cohort studies. BMJ. 2012;346:e7492.
  8. Canella DS, Levy RB, Martins APB, Claro RM, Moubarac J-C, Baraldi LG, et al. Ultra-Processed Food Products and Obesity in Brazilian Households (2008–2009). Votruba SB, editor. PLoS One . 2014;9(3):e92752.
  9. Imamura F, O’Connor L, Ye Z, Mursu J, Hayashino Y, Bhupathiraju SN, et al. Consumption of sugar sweetened beverages, artificially sweetened beverages, and fruit juice and incidence of type 2 diabetes: systematic review, meta-analysis, and estimation of population attributable fraction. BMJ . 2015;351:h3576.
  10. Micha R, Karageorgou D, Bakogianni I, Trichia E, Whitsel LP, Story M, et al. Effectiveness of school food environment policies on children’s dietary behaviors: A systematic review and meta-analysis. Portero-Otin M, editor. PLoS One. 2018;13(3):e0194555.
  11. Gómez LF, Jacoby E, Ibarra L, Lucumí D, Hernandez A, Parra D, Florindo A, Hallal P. Sponsorship of physical activity programs by the sweetened beverages industry: public health or public relations? Rev Saúde Pública. 2011;45(2)
  12. Nixon L, Mejia P, Cheyne A, Wilking C, Dorfman L, Daynard R. We’re Part of the Solution”: Evolution of the Food and Beverage Industry’s Framing of Obesity Concerns Between 2000 and 2012. Am J Public Health. 2015;105(11): 2228–2236.
  13. Serodio PM, McKee M, Stuckler D. Coca-Cola – a model of transparency in research partnership? A network analysis of Coca Cola research funding (2008-2016) Public Health Nutrition. 2018; 21(9), 1594–1607.
  14. O’Connor A. Coca-Cola funds scientists who shift blame for obesity away from bad diets. The New York Times, 2015; 9 August. https://well.blogs.nytimes.com/2015/08/09/coca-cola-funds-scientists-who-shift-blame-for-obesity-away-from-bad-diets/ (consultada el primero de junio de 2018).
  15. Calvillo A. Exigimos retiro inmediato de publicidad de Coca-Cola. El poder del consumidor. 2013. Disponible en: http://elpoderdelconsumidor.org/saludnutricional/exigimos-retiro-inmediato-de-publicidad-de-coca-cola/ (consultada el primero de junio de 2018)
  16.  Escobar MAC, Veerman JL, Tollman SM, Bertram MY, Hofman KJ. Evidence that a tax on sugar sweetened beverages reduces the obesity rate: a meta-analysis. BMC public health 2013; 13(1): 1.
  17. Long MW, Gortmaker SL, Ward ZJ, et al. Cost Effectiveness of a Sugar-Sweetened Beverage Excise Tax in the U.S. American Journal of Preventive Medicine. 2015; 49(1): 112-23.
  18. Gortmaker SL, Long MW, Resch SC, et al. Cost Effectiveness of Childhood Obesity Interventions. American Journal of Preventive Medicine. 2015; 49(1): 102-11.
  19. World Health Organization. Consideration of the evidence on childhood obesity for the Commission on Ending Childhood Obesity: report of the ad hoc working group on science and evidence for ending childhood obesity. Geneva, Switzerland 2016.
  20. World Health Organization, Regional Office for Europe. Tackling food marketing to children in a digital world: trans-disciplinary perspectives. Copenhagen, Denmark 2016.
  21. European Union. Action Plan on Childhood Obesity 2014-2020. 2014.
  22. World Cancer Research Fund International. NOURISHING Framework: Restrict food advertising and other forms of commercial promotion. 2016.
  23. Machín L, Curutchetb MR, Giménezc A, Aschemann-Witzeld J, Ares G. (2019) Do nutritional warnings do their work? Results from a choice experiment involving snack products Food Quality and Preference. 77:159-165.
  24. Massri C, Sutherland S, Kallestal C, Peña S. (2019) Impact of the food-labeling and advertising law banning competitive food and beverages in Chilean Public School, 2014-2016. Am J Public Health. 2019;109(9):1249-1254
  25. Ares G, Aschemann-Witzel J, Curutchet MR, Antúnez L, Machín L, Vidal L, Martínez J, Giménez A. (2018) Nutritional warnings and product substitution or abandonment: Policy implications derived from a repeated purchase simulation. Food Quality and Preference. 64:40-48.
  26. Bollard T, Maubach N, Walker N, Mhurchu CN. (2016) Effects of plain packaging, warning labels, and taxes on young people’s predicted sugar-sweetened beverage preferences: an experimental study. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity. 13(1):95.
  27. Khandpur N, de Morais Sato P, Amaral Mais L, Bortoletto Martins AP, Galvão Spinillo C, Tarricone Garcia M, Urquizar Rojas CF, Constante Jaime P. (2018) Are Front-of-Package Warning Labels More Effective at Communicating Nutrition Information than Traffic-Light Labels? A Randomized Controlled Experiment in a Brazilian Sample. Nutrients. 10, 688; 25.


[*] La democracia se soporta en liderazgos colectivos. Las preguntas están dirigidas a los equipos programáticos de cada candidatura.

sábado, 12 de octubre de 2019

Veracidad expresiva y su relevancia en salud pública

Luis Fernando Gómez Gutiérrez

Octubre 2019

Extracto del libro “Democracia deliberativa y salud pública”, en el cual se aborda el concepto de veracidad expresiva y su relevancia en salud pública (Gómez, 2017 página 81).

“La veracidad expresiva se presenta cuando “la intención expresada por el hablante coincide realmente con lo que este piensa” (Habermas, 2002, I, p. 144). En este escenario es deseable que, tal como ya es tradición en muchos foros de control de tabaco, los participantes declaren sus conflictos de interés. La no declaración de ellos puede generar serias distorsiones en los procesos comunicativos y podría ser utilizada por las grandes corporaciones para influenciar las percepciones que tienen las personas acerca de un tema de salud. En otras palabras, sin veracidad expresiva la audiencia no puede saber si una o varias personas que se oponen a una política en el área de la salud publica lo hacen por convicción personal o porque reciben apoyo financiero de una corporación que se opone a la medida. Esta distorsión de los procesos comunicativos también se presenta cuando algunas sociedades científicas que reciben apoyo económico de la industria de alimentos ultraprocesados dan el aval a supuestos alimentos y bebidas saludables, situación que es utilizada por la industria como una estrategia para promocionar la idoneidad de sus productos (Nestle, 2013). Lo mismo se podría afirmar de las numerosas iniciativas de promoción de la actividad física que reciben apoyo de la industria de las bebidas azucaradas, como una estrategia para generar una percepción favorable ante la opinión pública y así disuadir a los órganos legislativos del Estado a formular normas que regulen a la industria (Gómez et al., 2011).”

Gómez LF. Democracia deliberativa y salud pública. Editorial Javeriana, 2017. https://www.researchgate.net/publication/329286014_Democracia_deliberativa_y_salud_publica

* La Editorial Javeriana me ha autorizado compartir extractos del libro.