Luis Fernando Gómez
En su columna de El Tiempo,
titulada “El azúcar no es veneno”, Camila Serna asume que los patrones de alimentación
son un asunto de decisiones individuales, llegando afirmar erróneamente que un
niño o niña .. “sabe cuándo necesita
comer algo salado y sabe parar cuando está lleno, inclusive de dulces; todo
esto también es información que lo nutre” (vínculo para acceder a la
columna: https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/user-admin/el-azucar-no-es-veneno-columna-de-camila-serna-445762).
Camila realiza otras afirmaciones que van en contravía del conocimiento actual
en el área de la nutrición y desconoce toda la evidencia acerca de los riesgos de
consumir niveles excesivos de azúcares adicionados, sodio y otros nutrientes
críticos presentes en los comestibles ultraproceados.
Nuestro grupo de
investigación divulgará el próximo año, el documento titulado: “Contraargumentos a los sectores que se
oponen a acciones políticas efectivas para promocionar una alimentación
saludable y prevenir la obesidad” (Gómez et al, en proceso de edición).
Estos son algunos puntos que he tomado del mismo para contraargumentar las
afirmaciones de Camila:
-
Los patrones de alimentación están determinados por
factores individuales, interpersonales, comunitarios, organizacionales y
macrosociales (Story et al. 2008).
-
La industria de productos comestibles ultra-procesados
invierte billones de dólares a nivel global, en estrategias de publicidad
dirigidas a influenciar a las personas para que adquieran sus productos y, sin
embargo, las culpabiliza por no tener control en sus patrones de consumo. Estas
estrategias de márquetin y publicidad afectan de una manera significativa la
toma decisiones de las personas, al generar un ambiente alimentario
caracterizado por el predominio de opciones no saludables (Barnhill et al,
2013).
-
Las personas que viven en condiciones de
vulnerabilidad social y económica tienen limitaciones importantes en su autonomía,
lo cual les impide tomar decisiones adecuadas con respecto a sus patrones de
alimentación. Diversos estudios han encontrado que pertenecer a un bajo estrato
socioeconómico, está positivamente asociado a patrones de alimentación no
saludables (Merhout et al, 2019; Fernández-Alvira
et al, 2014; Mayén et al, 2014).
-
Las preferencias
relacionadas con el consumo de alimentos y productos comestibles, son
adquiridas durante la infancia, no solo a través de la observación de los
patrones de consumo de los padres sino, además, de la influencia ejercida por
las diferentes estrategias de promoción y publicidad de la industria (Kotler et
al, 2012).
No
tiene sentido promocionar una alimentación saludable si no se modifica el
contexto. Por este motivo debemos presionar al congreso a restringir el
marketing de comestibles y bebidas no saludables. Existen otras acciones pero este sería un buen inicio.
Referencias
Barnhill A, King KF. (2013)
Ethical agreement and disagreement about obesity prevention policy in the
United States. International journal of
health policy and management 1(2):
117.
Fernández-Alvira
JM, Bammann K, Pala V, Krogh V, Barba G, Eiben G, Hebestreit
A, Veidebaum
T, Reisch
L, Tornaritis
M, Kovacs
E1, Huybrechts
I, Moreno
LA. (2014) Country-specific dietary patterns and associations
with socioeconomic status in European children: the
IDEFICS study. Eur J Clin
Nutr. 68(7):811-21.
Gómez LF, Mora-Plazas M, Taillie S L. Contraargumentos
a los sectores que se oponen a acciones políticas efectivas para promocionar
una alimentación saludable y prevenir la obesidad. En proceso de edición.
Kotler J, Schiffman J, Hanson
K. (2012) The influence of media characters on children's food
choices. Journal of Health Communication. 17:8, 886-898
Mayén AL, Marques-Vidal P, Paccaud F, Bovet P, Stringhini S. (2014) Socioeconomic
determinants of dietary patterns in low and middle income countries: a
systematic review. Am J Clin Nutr. 100:1520-31.
Merhout
F, Doyle J. (2019)
Socioeconomic Status and Diet Quality in College Students. J Nutr Educ
Behav. S1499-4046(19)30908-X.
Story M, Kaphingst
KM, Robinson-O´Brien R, Glanz K. (2008) Creating healthy food and eating
environments: Policy and environmental approaches. Annu. Rev. Public Health
29:253–72.