viernes, 17 de abril de 2020

Conocimiento científico y deliberaciones sociales


Luis Fernando Gómez Gutiérrez

Abril 17, 2020

Párrafo extractado del libro “Utilitarismo, pensamiento liberal y salud pública”, el cual será publicado por la Editorial Javeriana en las próximas semanas (Gómez, 2020).

“El principio del daño es, sin duda, un concepto utilitario que ha permitido justificar la implementación de diversas acciones en el área de la salud pública. Sin embargo, es necesario ampliar la noción del daño para que este principio pueda desplegar su mayor potencial. A mediados del siglo pasado los estudios epidemiológicos comenzaron a identificar exposiciones de riesgo en enfermedades cardiovasculares y cáncer y, posteriormente, en trastornos mentales, lo cual permitió expandir el territorio de la salud (Kibish, 2007) y la aplicación del principio del daño. Este proceso destaca la relevancia de lo que Widdershoven denomina ética empírica, la cual se soporta en la idea de que el conocimiento científico tiene el potencial de ser utilizado en el desarrollo y aplicación de teorías éticas (Widdershoven, 2007). En este sentido, los hallazgos de las investigaciones en las diferentes áreas del conocimiento, permiten alimentar las deliberaciones sociales acerca de la conveniencia de implementar acciones de salud en una comunidad política. Sin este vínculo entre evidencia empírica y procesos deliberativos, sería imposible que las sociedades reconocieran de una manera reflexiva el daño que genera la publicidad de productos nocivos para la salud. Esto no significa, sin embargo, que el conocimiento científico sea el único elemento que debe alimentar los procesos deliberativos. La ciencia es un elemento fundamental para orientar las acciones de los Estados modernos, pero no es el único factor y sería debatible, incluso, que fuera el más importante.

Referencia
Gómez LF. Utilitarismo, pensamiento liberal y salud pública. Editorial Javeriana. Bogotá, 2020. En prensa.

Nota: En el libro intento aclarar el tema. La pregunta está abierta.

jueves, 12 de marzo de 2020

El riesgo como escenificación de catástrofes



Luis Fernando Gómez Gutiérrez


Marzo de 2020

Párrafos extractados del libro “Democracia deliberativa y salud pública”, en el cual se aborda el concepto de veracidad expresiva y su relevancia en salud pública (Gómez, 2017).
“Beck concibe el riesgo como escenificación de las catástrofes, pero esto no quiere decir que tengamos certeza de lo que ocurrirá en el futuro. Sin embargo, la percepción creciente de los riesgos globales y la anticipación de las catástrofes generan circunstancias favorables para llegar a consensos sociales y plantear acciones para evitarlas. En este sentido, Beck (2009) diferencia los conceptos de temor y miedo. El temor está vinculado con la manera en que las personas reaccionan ante amenazas directas e inmediatas. En el área de la salud correspondería, por ejemplo, a la susceptibilidad percibida que tengan las personas con respecto al contagio de enfermedades infecciosas que tienen periodos de incubación cortos. El temor está más relacionado con intereses personales o de índole comunitaria.
Por el contrario, el miedo no está vinculado a una amenaza física inminente, sino que en este se anticipa el peligro a largo plazo a un grupo o a toda la humanidad, lo cual denomina Beck miedo global. En este caso, no está presente una amenaza directa a la propia existencia, sino una preocupación por el futuro de la especie. Esta es una situación que brinda la posibilidad de generar discusiones éticas y morales que pueden derivar en acciones políticas globales a muy largo plazo. Si bien en las deliberaciones sociales y el discurso político el temor y el miedo se entrelazan estrechamente, su distinción permite destacar la relevancia de conectar acciones locales y globales en el área de la salud pública.
Los riesgos globales, como el cambio climático global y sus efectos negativos para la salud humana, no pueden ser enfrentados por una comunidad o en las fronteras de los Estados modernos ni en escalas temporales vinculadas con la percepción de riesgos inmediatos. Surge una preocupación creciente por sucesos que podrían experimentar los descendientes de esta generación. Así mismo, las circunstancias sociales de las personas que viven a miles de kilómetros comienzan a importarnos, debido a las nuevas dependencias generadas por los crecientes riesgos globales. En este sentido. Beck (2009) afirma que el “otro global” está con nosotros, aunque no lo queramos y aunque se transforme en competidor de nuestros empleos. Necesariamente, debemos acordar acciones con ese otro global, si queremos enfrentar los riesgos globales.
Las consecuencias inmediatas y a largo plazo de los riesgos globales abren la posibilidad de que las sociedades logren consensos para enfrentar estos desafíos por fuera de los territorios de los Estados. Esto, paradójicamente, motiva a algunos gobiernos y a sus sociedades a generar nuevas barreras. Sin embargo, el riesgo crece a medida que intentamos responder siempre con solo respuestas de este tipo. Beck (2009) plantea que esto genera una situación contradictoria, ya que se construyen nuevas barreras y se insiste en que lo podemos resolver solos sin recurrir al otro global, al tiempo que crece simultáneamente la idea de que necesitamos nuevas formas de fusión social y de prácticas sociales por parte de toda la humanidad, para dar respuesta a estos desafíos.”

Gómez LF. Democracia deliberativa y salud pública. Editorial Javeriana, 2017. https://www.researchgate.net/publication/329286014_Democracia_deliberativa_y_salud_publica


domingo, 16 de febrero de 2020

Relevancia de la sociología y la psicología social en el quehacer de la salud pública


Luis Fernando Gómez Gutiérrez

La salud pública puede ser definida como los esfuerzos que emprende una sociedad a través del Estado, dirigidos a promocionar la salud y prevenir la enfermedad (Last, 1995). Para llevar a cabo estos propósitos, la salud pública, como disciplina de carácter pragmático y ecléctico, necesita nutrirse de diversas áreas de conocimiento, entre las cuales la sociología y la psicología social ocupan lugares destacados.   

Los desarrollos de la psicología social fueron primordiales en la orientación teórica de los programas de educación en salud que se implementaron en la segunda mitad del siglo XX y que permitieron, por ejemplo, mejorar la detección precoz y el tratamiento oportuno de varias enfermedades (Glanz et al, 2008). Así mismo, la psicología social ha contribuido al diseño de estrategias de comunicación masiva para movilizar a la sociedad civil en los procesos de abogacía política. Un ejemplo es la campaña No comas más mentiras de Red Papaz, la cual ha permitido visibilizar los problemas de alimentación no saludable en Colombia y la interferencia política de la industria de comestibles ultra-procesados (https://www.nocomasmasmentiras.org/).

De igual manera, los aportes de la sociología han sido fundamentales en el desarrollo de los diferentes marcos teóricos de determinantes sociales de la salud, lo cual ha ayudado a superar el enfoque centrado en factores de riesgo individual. Esta ciencia social nos ha permitido entender, de manera reflexiva y crítica, la influencia que tienen las condiciones sociales en la salud humana (Krieger, 1998; Krieger, 2011; Oakes et al, 2006). ¿Cómo podemos disminuir las inequidades relacionadas con el derecho a la salud? La sociología nos ayuda a responder este tipo de preguntas.

Se han escrito numerosos artículos y libros que destacan las contribuciones que han tenido estas dos disciplinas en la salud pública. Esta brevísima nota solo quiere incitar a explorar el tema.

Posdata: Los sociólogos Jesús Rico y Juan José Jaramillo, quienes fueron profesores de la Universidad del Valle, tuvieron un papel fundamental en las primeras etapas de mi formación académica en el área de la salud pública. Estoy muy agradecido por sus enseñanzas y orientaciones.

Referencias

Glanz, K., Rimer, BK., Viswanath, K. (eds.) (2008) Health behavior and health education. San Francisco: Jossey-Bass.

Krieger, N. (1998). A vision of social justice as the foundation of public health: Commemorating 150 years of the spirit of 1848. American Journal of Public Health, 88(11), 1603-1605.

Krieger, N. (2011). Epidemiology and the people’s health. Theory and context. Nueva York: Oxford University Press.

Last, J. M. (1995). A dictionary of epidemiology (3 ed.). Nueva York: Oxford University Press.

Oakes J.M.; Kaufman J. S. (eds.) (2006) Methods in social epidemiology. San Francisco, Jossey-Bass.

sábado, 8 de febrero de 2020

Resumen de la evidencia acerca del etiquetado frontal de advertencias en comestibles procesados y ultra-procesados


Luis Fernando Gómez Gutierrez, Mercedes Mora Plazas.




Esta es la evidencia acerca del sistema de etiquetado frontal de advertencias:

a) Estudios experimentales llevados a cabo en Uruguay, Brasil y Nueva Zelanda, han encontrado que el sistema de etiquetado de advertencias disminuye las preferencias y las elecciones relacionadas con el consumo y adquisición de comestibles no saludables (Bollard et al, 2016; Ares et al, 2018; Khandpur et al, 2018).

b) Un estudio experimental que utilizó una tecnología para rastrear los movimientos de los ojos (en inglés: “mobile eye-tracker”) encontró que las advertencias nutricionales inducen a los participantes a evitar la selección de comestibles no saludables (Machín et al, 2019).

c) Un estudio cualitativo llevado a cabo un año después de la implementación del etiquetado de advertencias en Chile, encontró que este sistema era reconocido por niñas y niños de diversas edades y estratos socioeconómicos quienes, además, tenían una percepción positiva del mismo. Este estudio encontró que la población infantil de estratos bajos y medios, ha sido crucial en la diseminación de esta medida regulatoria (Correa et al, 2019).

d) Massri et al, llevaron a cabo un estudio cuasiexperimental acerca del impacto que ha tenido la legislación chilena, que contempla el sistema de advertencias, en los entornos alimentarios escolares. El estudio contempló mediciones objetivas antes y después en los quioscos o tiendas de 21 escuelas públicas de la ciudad de Santiago y encontró que la disponibilidad de comestibles que tenían niveles excesivos de azúcares totales, grasas saturadas, sodio y densidad calórica, disminuyó de un 90,4% a 15% en el periodo de estudio. La mayor reducción en la oferta fue en los productos de panadería (38,5% a 4,7%). Los resultados de esta evaluación indican que las acciones políticas implementadas en Chile están teniendo un profundo impacto en la modificación de la oferta de comestibles ultra-procesados en entornos escolares (Massri et al, 2019).

Conclusión: La evidencia actual indica que el esquema de etiquetado de advertencias tiene altos niveles de aceptación y comprensión. Adicionalmente, varios estudios indican que tiene un efecto significativo en la intención de compra.

Aclaración: Los párrafos incluidos en esta nota hacen parte de un documento técnico en 
proceso de elaboración por parte de los autores (Luis Fernando Gómez y Mercedes Mora). 



Información acerca del perfil de los autores:







Referencias

Ares G, Aschemann-Witzel J, Curutchet MR, Antúnez L, Machín L, Vidal L, Martínez J, Giménez A. (2018) Nutritional warnings and product substitution or abandonment: Policy implications derived from a repeated purchase simulation. Food Quality and Preference. 64:40-48.

Bollard T, Maubach N, Walker N, Mhurchu CN. (2016) Effects of plain packaging, warning labels, and taxes on young people’s predicted sugar-sweetened beverage preferences: an experimental study. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity. 13(1):95.

Correa T, Fierro C, Reyes M, Dillman Carpentier FR, Taillie LS, Corvalan C. (2019) Responses to the Chilean law of food labeling and advertising: exploring knowledge, perceptions and behaviors of mother and young children. Int J Behav Nutr Phys Act. 16(1):21.

Khandpur N, de Morais Sato P, Amaral Mais L, Bortoletto Martins AP, Galvão Spinillo C, Tarricone Garcia M, Urquizar Rojas CF, Constante Jaime P. (2018) Are Front-of-Package Warning Labels More Effective at Communicating Nutrition Information than Traffic-Light Labels? A Randomized Controlled Experiment in a Brazilian Sample. Nutrients. 10, 688; 25.

Machín L, Curutchetb MR, Giménezc A, Aschemann-Witzeld J, Ares G. (2019) Do nutritional warnings do their work? Results from a choice experiment involving snack products Food Quality and Preference. 77:159-165.
Massri C, Sutherland S, Kallestal C, Peña S. (2019) Impact of the food-labeling and advertising law banning competitive food and beverages in Chilean Public Schools, 2014-2016. Am J Public. 109 (9), 1249-1254.







domingo, 2 de febrero de 2020

¿Existen uno o varios métodos en el quehacer científico? Invitación a revisar la propuesta del profesor Guerrero Pino


Luis Fernando Gómez Gutiérrez, Olga Lucia Gómez Gutiérrez.

En su libro “Introducción a la filosofía de la ciencia” el profesor German Guerrero Pino de la Universidad del Valle, plantea que el conocimiento científico tiene dos rasgos básicos: a) es sistemático, en el sentido de que no es una mera colección de descripciones o conceptos inconexos, lo cual lo hace estructurado y, b) es teórico porque el quehacer científico “va más allá de la experiencia o de los fenómenos que experimentamos de manera directa, lo cual requiere abstracciones o idealizaciones, que dan cuenta de ciertos aspectos de la realidad” (Guerrero Pino, 2007 páginas 17-18).  

Para propósitos de esta breve nota destacamos las siguientes líneas de Guerrero Pino: 

“La principal tesis que quiero defender en la presente exposición es que en el proceso de evaluación de las teorías [1] hay muchos elementos involucrados y no todos ellos son de carácter lógico u observacional (relacionados con la experiencia), algunos de ellos son pragmáticos, contextuales, en tanto involucran el juicio individual de los científicos de una comunidad científica determinada y dependen del estado de desarrollo de la teoría particular. En otras palabras, podemos decir que en dicho proceso interviene tanto una racionalidad lógica como una práctica o pragmática. La tesis tal como se ha expresado rechaza dos ideas clásicas (una más que la otra) en la tradición filosófica sobre la ciencia: la creencia que existe un único método para llegar a un conocimiento cierto y la convicción de que la racionalidad científica tiene un carácter exclusivamente formal, lógico. La negación de esta última tesis lleva a su vez a dejar sin piso argumentativo la idea venerable de la filosofía de la ciencia de la primera mitad del siglo XX, introducida por vez primera por Reichenbach (1938), de que la valoración epistemológica (justificación) de una teoría tiene un carácter exclusivamente lógico y, por tanto, no tiene nada que ver con el contexto de descubrimiento o, lo que es lo mismo, que la filosofía de la ciencia sólo debe ocuparse del contexto de justificación de las teorías científicas dejando de lado cualquier consideración sobre el contexto de descubrimiento" (Guerrero Pino, 2007 páginas 79-80). 

Posdata:
Independiente del método que se utilice, los investigadores tenemos la obligación de cumplir los procedimientos éticos en el desarrollo de nuestros estudios. 

Referencias
Guerrero Pino G. (2007) Introducción a la filosofía de la ciencia. Documentos de trabajo. Programa Editorial Universidad del Valle.


Guerrero Pino G. (2008) El problema de la evaluación de las teorías científicas. Discusiones filosóficas. 12;37-56.




[1] Desde la filosofía de la ciencia contemporanea, el problema del método científico se ha orientado a la evaluación de las teorías científicas. 


sábado, 11 de enero de 2020

El cientificismo no permite entender que existen asuntos humanos que son mejor entendidos a través de abordajes como la ética


Luis Fernando Gómez Gutérrez

“….el cientificismo no permite entender que existen asuntos humanos que son mejor abordados a través de la ética. Las percepciones de una comunidad acerca de los efectos para la salud que tendría una determinada exposición serían desestimadas con el argumento de que no se ha comprobado “científicamente” su existencia. En este sentido, el cientificismo extremo de algunas corrientes de la medicina basada en la evidencia puede afectar el ejercicio clínico, y lo mismo se podría afirmar con respecto a la salud pública.
Si bien en el ejercicio de algunas áreas de la ciencia es necesario eliminar categorías del conocimiento o de la realidad para poder abordar una pregunta concreta de investigación, el reduccionismo filosófico es insostenible y puede tener un efecto muy negativo en la salud pública (Loughlin, Lewith y Falkenberg, 2013). Es importante aclarar que el cientificismo no es una consecuencia per se del ejercicio científico. No se trata de desestimar el gran valor que tiene la evidencia científica (cualitativa o cuantitativa) en el quehacer de la salud pública. El asunto es que los enfoques de transferencia del conocimiento no le dan la relevancia que se merece al ejercicio de la política soportada en consensos ciudadanos. …”.
(Página 55 del libro Democracia deliberativa y salud pública. Disponible en el siguiente vínculo: https://www.researchgate.net/publication/329286014_Democracia_deliberativa_y_salud_publica)
La Editorial Javeriana ha autorizado la divulgación del libro a través de la plataforma ReasearchGate

martes, 7 de enero de 2020

¿Es posible una visión cosmopolíta de la salud pública?


"Estamos viviendo en un orden mundial en el cual está en entredicho la soberanía de los Estados sobre sus territorios. El cambio climático y otros riesgos globales están forzando la necesidad de establecer nuevas formas transnacionales de acción, debido a que los Estados ya no son capaces de enfrentar estos riesgos por su cuenta. En este contexto, existe la preocupación de que los comités de expertos, las organizaciones internacionales y las corporaciones transnacionales estén reemplazando la voluntad ciudadana (Kreide, 2015). En los actuales momentos, es claro que los Estados siguen detentando poder, pero han perdido capacidad de maniobra en muchos aspectos relacionados con la salud humana, lo cual afecta su capacidad de formular políticas públicas en forma autónoma (Kickbusch, 1999; Franco y Álvarez, 2009)."


(Página 99 del libro Democracia deliberativa y salud pública. Disponible en el siguiente vínculo: https://www.researchgate.net/publication/329286014_Democracia_deliberativa_y_salud_publica)

La Editorial Javeriana ha autorizado la divulgación del libro a través de la plataforma ReasearchGate

sábado, 4 de enero de 2020

Alcances y limitaciones del enfoque de la medicina basada en la evidencia aplicado a la salud pública

Enero 5 de 2020

"El término medicina basada en la evidencia surge formalmente en 1992, a partir de un ensayo publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) liderado por Gordon Guyatt de la Universidad de McMaster, en el cual se plateaba un nuevo paradigma en la práctica médica que requería, entre otros aspectos, nuevas destrezas para la búsqueda eficiente y la evaluación crítica de la literatura científica (Evidence-Based Medicine Working Group, 1992). Este enfoque se soportó en las inquietudes que previamente habían formulado investigadores clínicos como Iain Chalmers, David Sacket, Alvan Feinstein y Archibald Cochrane acerca de la falta de un adecuado soporte científico en muchos tratamientos médicos (Cochrane, 1972; Smith y Rennie, 2014; Roger et al., 2011; Sur y Dahm, 2011). Feinstein en particular criticaba las instituciones de salud pública por su incapacidad para proveer a los clínicos de herramientas que se requerían para mejorar la efectividad de la atención de los pacientes. Consideraba que los estudios en el área de la salud pública no tenían el rigor suficiente, en aspectos relacionados con la formulación de hipótesis, control de sesgos y atribución causal (Smith y Rennie, 2014)."


(Página 47 del libro Democracia deliberativa y salud pública. Disponible en el siguiente vínculo: https://www.researchgate.net/publication/329286014_Democracia_deliberativa_y_salud_publica)

La Editorial Javeriana ha autorizado la divulgación del libro a través de la plataforma ReasearchGate

jueves, 2 de enero de 2020

Publicidad de alimentos, comestibles y bebidas en América Latina. Resultados de una revisión sistemática exploratoria.




Investigadores de las universidades Javeriana, Nacional, Kansas y Washington realizaron una amplia revisión de la evidencia existente acerca de la promoción y publicidad de alimentos, comestibles y bebidas en América Latina. La Doctora Manuela Chemas lideró esta investigación la cual fue publicada en la Revista de Salud Pública de la Universidad de Sao Paulo (vínculo para acceder al artículo: http://www.rsp.fsp.usp.br/wp-content/uploads/articles_xml/1518-8787-rsp-53-107/1518-8787-rsp-53-107.x42806.pdf). 

Los principales hallazgos de esta síntesis de evidencia son los siguientes:
  •  La mayoría de los alimentos, comestibles y bebidas publicitados en la región a través de canales de televisión, correspondía a comestibles ultra-procesados con altos contenidos de azúcares adicionados, sodio y grasas saturadas. La publicidad de frutas, verduras y leguminosas fue marginal.
  •  Los comestibles publicitados en televisión en franjas infantiles tenían menor calidad nutricional con respecto a los promocionados en programas con predominio de audiencias adultas.
  • Varios estudios encontraron que la población infantil realizaba una interpretación literal de las imágenes que aparecían en el empaque de los comestibles. 
  •  La exposición a la publicidad de comestibles no saludables en entornos alimentarios barriales o alrededor de las escuelas, estaba relacionada con un deterioro en los patrones de alimentación en la población infantil.   
  •  La revisión no encontró estudios acerca del nivel de exposición o impacto del marketing digital en los patrones de alimentación. Las sociedades latinoamericanas tienen cada vez mayor acceso a medios digitales, lo cual le permite a la industria de comestibles y bebidas ultra-procesados amplificar sus mensajes publicitarios, incrementando el reconocimiento de marca. Teniendo en cuenta este contexto, los autores de esta revisión recomiendan llevar a cabo estudios acerca de este tópico que permitan orientar el diseño de acciones políticas en el área de salud pública.   

La Organización Mundial de la Salud ha advertido acerca de los efectos negativos que tiene para la salud infantil, la promoción y publicidad de comestibles y bebidas no saludables. Los autores destacan la necesidad de restringir la promoción y publicidad de comestibles no saludables dirigidos a la población infantil. La formulación e implementación de esta acción política debe ser concertada entre los países de la región, debido al carácter transnacional de las estrategias publicitarias utilizadas por la industria.


Esta revisión fue llevada a cabo en el marco del convenio de cooperación entre la Universidad de Carolina del Norte y la Pontificia Universidad Javeriana, el cual es financiado por Bloomberg Philanthropies (Subward number # 5103721).

Resumen elaborado por Luis Fernando Gómez